La formación religiosa y humana de las monjas ha sido siempre una preocupación de la Iglesia. El conocimiento de lo que es bueno, abre y acondiciona la mente para conocer a su Dios, para descubrirlo en las cosas sencillas y complejas de la vida, dar razón de su fe y hacer comunidad.

Los temas comunes en las etapas de formación dentro de la Orden, es común a los institutos de vida consagrada y contemplativa: El catecismo de la Iglesia, Liturgia y sacramentos, historia del instituto, Regla y constituciones, algo de psicología, filosofía e historia.



Esta formación, se complementa luego con conocimientos útiles para la vida religiosa, especialmente como monjas de clausura y nos ayuda a preparar desde los primeros tiempos a las nuevas postulantes: Música e instrumentos, costura, bordado, pintura y cocina. Como deberás imaginarte la vida comunitaria exige una calidad humana, madurez y un equilibrio psicológico que puede desarrollarse y potenciarse a través de la formación personalizada que brinda la Maestra durante el tiempo del noviciado.